El cuento que leímos esa tarde fue "El ángel de mi abuelo", escrito por Lóguez e ilustrado por Jutta Bauer; a la que, por cierto, tengo el gustísimo de conocer gracias a los talleres de verano que organiza Ilustrarte en Valladolid.

Aprovechando recursos.
Hicimos un ángel con una piña y le bautizamos tal y como veis en el título...jaja, el caso es que los niños se rían.

Como casi siempre, el trabajo venía de casa medio hecho, los mozuelos pintaron las bocas de San Piñón con témpera

De esta forma pudimos dedicar tiempo a la lectura del cuento, ya que era muy hermoso y trataba de la muerte, los niños tenían mucho qué preguntar

Incluida la sesión de fotos que, parece ser, les encanta...
('pami', que luego les gusta entrar aquí y verse)

y esa niña haciendo yoga???? qué talleres más completos! qué bonitos los niños y qué bonita tú por hacerles llegar a tantas partes a través de una piña.
ResponderEliminarLas piñoneras que se encuentran por los sofás, contienen piños?
Mil besos de primavera.
Gitanilla, como se nota que este año la primavera se ha extendido más allá de la península, otros mil de vuelta.
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